viernes, 2 de julio de 2010

Payasadas

Hay una delgada línea que separa la originalidad de la payasada. Cuando conoces a alguien que te interesa o te parece atractivo, tiendes a ver todas sus excentricidades como pequeños tesoros nada convencionales que te van sorprendiendo gratamente en cada cita. Pero ay... llega un momento en que una de tantas estupideces va más allá de esa línea y, de repente, sientes repulsión por cada tontería.

Facebook y Twitter son el campo propicio para estos absurdos. Parece que la tontería es más fácil cuando no tienes que hacerla frente a alguien real. Los demás, sinceramente, lo agradecemos por el ahorro de tiempo que supone.