viernes, 13 de agosto de 2010

Si me buscas, me encuentras

No soy de piedra. Vale, tengo el bicho por la sangre y puedo contar los polvos de 2009 con los dedos de una mano (y creo que me sobran dos). Pero no soy de piedra. O sea, que si me buscas... me encuentras.

No hay como conectarse a una red social (ahora todo es red social, cuando antes las llamaban 'páginas de guarreo' o 'de contactos' que, para el caso, viene siendo lo mismo) como bakala.org o gaydar.es para que te manden mensajes de los que suben el ánimo. La mayoría, sin foto, sin sitio, sin ambas cosas o -incluso- sin vergüenza.

De vez en cuando, sin embargo, aparece alguno bastante resultón, que te pone fotos en abundancia, que comparte algo de información contigo de buena fe y que te pide, directamente, una cita para esa misma tarde después del trabajo. La facilidad y la felicidad para el que lleva años enganchado al rollo digital y que añora los tiempos en los que todo el monte era orégano. Sí, hace unos ocho o diez años... cuando nadie tenía cámaras digitales pero todo el mundo tenía fotos escaneadas en sus perfiles. Acojonante paradoja. Memoria de tiempos pasados que, en este caso al menos, fueron mejores.

Total, que ayer me buscaron y me encontraron. Muchísimo. Tapas, cervezas, un motel de carretera pagado a medias (porque, si no tienes sitio, buenas son tortas). Un polvo bastante decente. Una serie de la tele, abrazados, a falta del cigarrito de después. Una promesa: "Te volveré a llamar".

¿Puntos negativos? Sí, alguno... aunque sin mucha importancia: que estoy de vacaciones y no sé si lo volveré a ver (ni falta que hace, a decir verdad). Que sin camiseta perdía un poco. Que en cuestiones de roles no coincidimos (o sí, pero ya sabéis que los polos iguales se repelen).

O que -y esta es la peor- hablaba exactamente igual que mi mejor amiga del instituto. O sea, que entre que me comía la polla o el culo decía cualquier cosa y yo veía a mi amiga. Bueno, tampoco es para tanto. Podía haberme recordado a Rajoy, a Ratzinger Z o a Carmen Mairena (cosas veredes), y entonces sí habría sido un drama.

En fin, me buscó y me encontró. Le ponemos... un 6 y a ver qué pasa en la reválida.

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