jueves, 14 de octubre de 2010

Con el tiempo

Avec le temps,
avec le temps, va, tout s'en va.
On oublie le visage et l'on oublie la voix.
Le cœur, quand ça bat plus, c'est la peine d'aller
chercher plus loin, faut laisser faire et c'est va bien.


Avec le temps, 
avec le temps, va, tout s'en va.
L'autre qu'on adorait, qu'on cherchait sous la pluie,
l'autre qu'on devinait au détour d'un regard,
entre les mots, entre les lignes et sous le fard
d'un serment maquillé qui s'en va faire sa nuit.
Avec le temps tout s'évanouit.

"Con el tiempo se olvida todo. La cara, la voz. Vale la pena, cuando el corazón ya no late, buscar más lejos, dejarlo estar. Con el tiempo, aquel al que adorábamos, a quien buscábamos bajo la lluvia, a quien comprendíamos con solo una mirada, sus palabras, sus cartas... todo se pierde en la noche. Con el tiempo, todo se evapora".

Es una traducción un poco libre de la canción de Léo Ferré 'Avec le temps' que no puedo dejar de escuchar. ¿Os habéis parado a pensar en que cuando pasan los años no somos capaces de acordarnos del timbre de una voz amiga o de la cara de algún familiar que ha muerto... más allá de las poses forzadas de las fotos que guardamos?

El cerebro es sabio y sabe, exactamente, qué guardar y qué borrar de su disco duro. El alma sabe que su memoria no es infinita y va desfragmentando y limpiando, cada poco, sus bits para ir haciendo sitio a lo que llega. Ningún ordenador es capaz de de mantenerse tan aseado durante más de un año. Nuestra mente, mucho más ágil, nos acompaña durante toda una vida y hace sus deberes, callada, sin que le digamos nada. Selecciona lo importante, borra lo superfluo. A veces, trabaja de una manera tan rápida que algunas de las vivencias no llegan, siquiera, al lugar donde deberían guardarse y se esfuman mucho antes de llegar a ser, propiamente, recuerdos.

El sueño, al que me dirijo como cada noche, es el momento más provechoso del día. Durante ocho horas dejamos a nuestro inconsciente a su aire, ordenándose sin prisa, a su ritmo. A veces, por la mañana intentamos hacer un recuento y descubrimos, con agrado, que aquel al que adorábamos, a quien buscábamos bajo la lluvia, aquel en el que quisimos comprender con solo una mirada... ya no está. No existe. Deleted.

Y sin embargo, la verdad es que la vida ya nunca vuelve a ser igual. Nunca volvemos a ser los mismos ni a amar del mismo modo. "Alors, vraiment, avec le temps on n'aime plus".

No hay comentarios: